El plan de derribos de Cantabria para acabar con el problema de las viviendas condenadas a la demolición se llevará este próximo jueves, 28 de mayo, a la reunión semanal del Consejo de Gobierno, para presentar después el documento a afectados y al poder judicial.
Así lo ha indicado este viernes el consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa, a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa que ha ofrecido junto al titular de Medio Ambiente, Guillermo Blanco, y al de Sanidad, Miguel Rodríguez, para presentar dos proyectos con los que vigilar la incidencia y evolución del coronavirus, a través de muestras de aguas fecales y del mar.
El responsable del departamento ha indicado que el documento actual sobre los derribos es un borrador, actualizado por la Consejería hace dos meses, disponible en el Portal de Transparencia pero que todavía no ha pasado por el Consejo de Gobierno.
Ha apuntado al respecto que tampoco se ha presentado a la Justicia ni a los afectados, agrupados en la Asociación de Maltratados por la Administración (AMA), ya que "lo coherente" es que el borrador pase primero por el Ejecutivo, que lo abordará en la siguiente reunión.
A este respecto, Gochicoa ha lamentado que los afectados se hayan tenido que "enterar" por los medios de comunicación del citado documento, ya que la idea inicial era dárselo a conocer hace varias semanas, en una fecha que coincidió prácticamente con la declaración del estado de alarma por la pandemia del coronavirus.
El nuevo plan de derribos del Gobierno de Cantabria es de legislatura, ya que tiene como objetivo acabar con este problema definitivamente en 2023, fecha en la que prevé la demolición de las viviendas de Arnuero, puesto que a finales de 2022 ya estarán construidas las de sustitución y ya se habrán aprobado los planes generales de Piélagos y Argoños.
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